Tras la batalla en Lexington, las tropas británicas marcharon hacia la ciudad de Concord. A los casacas rojas no les preocupaba tener que luchar contra los colonos. Después de todo, eran una de las mejores tropas del mundo. Muchos de los combatientes estadounidenses eran granjeros o vendedores. Pero los británicos se llevaron una sorpresa.
Cientos de colonos habían partido de inmediato hacia Concord para enfrentarse a los británicos. Ambos bandos dispararon.
Los colonos demostraron ser mejores soldados de lo que los británicos esperaban. Al final de la lucha, unos 250 casacas rojas murieron o resultaron heridos. Mientras tanto, solo unos 90 colonos perdieron la vida o quedaron heridos.
Las batallas de Lexington y Concord iniciaron la Guerra de Independencia de Estados Unidos. Ocho años después, los colonos ganarían su larga batalla por la independencia.